Un audífono es un dispositivo electrónico que se aplica al oído, cuya función es amplificar y cambiar el sonido, para permitir una mejor audición de quienes lo utilizan. Los audífonos reciben el sonido a través de un micrófono, que luego convierte las ondas sonoras en señales eléctricas. El amplificador aumenta el volumen de las señales y luego envía el sonido al oído a través de un altavoz.

Con frecuencia se pasa por alto la importancia de una audición clara y completa. Cuando la capacidad auditiva se ve disminuida, la comunicación se interrumpe constantemente y genera estrés o hasta en muchas ocasiones aislamiento.

Si su pérdida de audición es neurosensorial, los audífonos lo ayudarán a mejorar su audición y la comprensión del habla. La pérdida de audición neurosensorial es causada por daños a las pequeñas células auditivas en el oído interno, llamadas células ciliadas. El daño puede ser causado por una enfermedad, la vejez, o por lesiones provocadas por el ruido o por ciertos medicamentos.

Una persona con pérdida de audición puede escuchar más claramente, comunicarse mejor y participar más plenamente en las actividades de la vida diaria mediante la utilización de un audífono. 

Existen tres tipos básicos de audífonos que se diferencian por su tamaño, dónde se colocan (dentro del oído o detrás de la oreja) y por el grado de amplificación del sonido.